Un incidente impensado ocurrió en el Nascar. El piloto Andrew Grady fue a vengarse contra su rival Davey Callihan porque lo había chocado en una clasificatoria para la Martinsville 300, una de las carreras más importantes del mundo en autos de último modelo.
Grady fue contra Callihan con mucha violencia, mientras su colega estaba en el auto e inmovilizado por el cinturón de seguridad. La situación se agravó rápidamente y Grady comenzó a pegarle piñas a Callihan mientras aún estaba atado al auto. También le tiró patadas al auto.
Algunos allegados tuvieron que ir a buscar a Grady para tranquilizarlo. En las imágenes se observa cómo una persona aparentemente de seguridad logra contener al piloto y lo alza sobre sus brazos como si fuera un chico para sacarlo de la escena.
Grady, en diálogo con la televisión, argumentó que Callihan había sonreído irónicamente cuando lo fue a buscar, así que reaccionó con violencia. “Hay idiotas que no pueden manejar una máquina de cortar pasto y mucho menos una Late Model en Martinsville”.
Callihan, por su parte, se defendió en una entrevista. Dijo que este tipo de carreras son así y que no pueden “ceder ni un centímetro” cuando están en zonas de adelantamiento. “Son carreras duras. Me disculpo con él primero, pero estamos luchando por nuestra vida ahí fuera. Así que hice lo que tenía que hacer”, señaló el piloto agredido. Además, negó haberse burlado de Grady.