La lenta puesta en funciones del nuevo equipo económico que encabeza Sergio Massa está generando un inconveniente inesperado para las empresas automotrices: la principal terminal portuaria del país desde donde se exportan vehículos está colapsada de autos importados que esperan autorización para ingresar al país.
Esa situación no sólo terminará traduciéndose en mayores demoras para adquirir vehículos en las concesionarias locales: además, como los playones están abarrotados, ya casi no queda espacio para descargar los vehículos que llegan en sentido contrario, para ser embarcados con destino de exportación.
El escenario de ese cuello de botella es la Terminal Zárate, el puerto privado donde se concentra la mayor parte del comercio exterior de vehículos. El jueves, la empresa envió una comunicación interna a sus clientes, en la cual advirtió que hace más de un mes, aun antes de la asunción de Massa como ministro, que el Gobierno no autoriza la importación de un solo vehículo.
Desde que asumió Alberto Fernández, la importación de vehículos pasó de ser automática a requerir licencias “no automáticas” de importación, bajo el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
Ese comercio administrado estuvo hasta el mes pasado bajo la órbita de un mismo funcionario: Ariel Schale, de cuya firma dependieron las SIMI durante más de dos años y medio.
Schale fue secretario de Industria, bajo la órbita del ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas, y continuó en su cargo durante la breve gestión de Daniel Scioli. Desde ese cargo, administró las autorizaciones de importación de vehículos, con un lazo que se fue haciendo cada vez más estrecho a medida que escaseaban los dólares.
Con la renuncia de Schale, en las empresas automotrices se quedaron sin interlocutor de la noche a la mañana. Massa redujo a secretaría el ministerio de Desarrollo Productivo, que quedó a cargo de José Ignacio de Mendiguren.
El “Vasco” Mendiguren, ex presidente de la Unión Industrial y actual consejero de la entidad fabril, avisó que no quiere tener conflictos con sus colegas de la industria y le pasó la pelota de las SIMI a su colega de Comercio, Matías Tombolini.
Pero hasta el momento, a tres semanas de haber asumido el nuevo equipo económico, no fue autorizada la importación de un solo vehículo. En cambio, según aseguraron a Clarín ejecutivos de las terminales automotrices, se sigue autorizando la importación de piezas destinadas a la producción.
Pero si bien las SIMI para vehículos está parada, los buques que los traen desde Brasil y otros países continuaron llegando y descargando su mercadería. Y ahora la Terminal Zárate está llena: según fuentes del sector, hay alrededor de 30.000 vehículos acumulados.
“Esto se hace aún más evidente en el momento actual, considerando que es un problema que está afectando igualmente a todas las plantas automotrices, ya que desde la segunda quincena de julio no ha sido liberado ningún vehículo (falta de aprobación de SIMIs)“, dijo la Terminal Zárate, en una comunicación interna.
La empresa agregó que, de continuar esta situación, el próximo paso será que tampoco se se podrán exportar autos.
“Dadas las condiciones de restricción a los procesos de importación y la falta liberaciones registradas en el último mes, la operación normal de los próximos embarques puede verse afectada/obstaculizada por la demora de buques a la descarga“, dice la nota interna, a la cual tuvo acceso Clarín.
En la secretaría de Comercio, el tema SIMI todavía no fue activado. Las empresas tienen como interlocutor, en las últimas semanas, al designado subsecretario de Política y Gestión Comercial, Germán Cervantes. Pero por el momento, su tarea se ha limitado sólo a tomar nota de los pedidos de importación de las empresas.
“Hay buen diálogo y además comprendemos que están tanteando el terreno”, dijeron en una de las cuatro terminales consultadas por este diario, que confirmaron la situación. “Pero la situación se está poniendo difícil. Ya nos avisaron que si este fin de semana no se comienzan a liberar los playones de Zárate, no habrá espacio para exportar“.