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Tal vez uno de los rasgos más notables de la vida contemporánea sea la aparición, sin precedentes, de personas abiertamente proclives a generalizar. Esto que da en llamarse «multitud» es lo que vivió Luz Gaggi, 22 añitos, una felicidad de aquéllas, y la certeza de que tendrá algo para contarles a sus nietos. Y así, tal cual, se lo dijo al público tras presentarse en el mismo escenario que un ratito después pisaría Paul McCartney.
Hablamos de la chica que el año pasado lanzó su álbum Altar y que de un día para otro acumuló casi dos millones de reproducciones. Sí, sí, la piba de voz oceánica que participó en La Voz Argentina (edición 2021) y empezó una carrera que fusiona flamenco, hip hop afro, sonidos latinos. La misma que conocimos por haber hecho colaboraciones con David Lebón y Diego Torres.
Ahora le pedís a la telonera privilegiada (del show del sábado, en River) que te diga lo primero que le venga a la cabeza: “¿Lo primero? Ay, me está bajando la info de a poco. Muy intenso todo, la emoción, la alegría. Mucha satisfacción”.
«No sé qué me puso más nerviosa: si verlo o si cantar. Por suerte lo conocí después de mi show», reconoció Luz Gaggi a Clarín. Foto Marcelo Carroll-¿Hablás de vos o del recital de Paul?
-El contexto, ser opening de semejante recital. El lugar, tocar en River. A mí esto, te juro, me llevó bocha de presión. Prepararme para la situación, tomarlo como un desafío…
A la conquista del público beatle
-Cantaste el sábado a las 19.30. ¿Cómo estaba de gente a esa hora?
-Desde el escenario se veía un campo delantero a medio llenar. Las plateas tenían mucha gente y como estaban las luces prendidas sentí que hasta podía verles las caras. Me daba nervios que no sea público mío. Sentí que debía conquistarlos.
-¿Cómo es tocar para un público que no es de uno?
-No sé, jajaja, pero estuvo re lindo y me escribieron por Instagram para tirarme un montón de amor.
-Igual, vos ya tenías experiencia masiva por haber estado en la tele…
-Es distinto, en la tele no soy consciente de la gente. No la veo. Acá estaba tocando en la cancha de River.
Luz Gaggi fue finaista de «La Voz Argentina» durante la pandemia. Y ahí despegó su carrera.-¿Qué estrategias usás para conquistar públicos?
-El consejo que me dio alguien: «Sé vos misma y disfrutalo». Eso me salvó de ponerme la careta de alguien que no soy. Creo que le dije al público mil veces lo nerviosa que estaba.
-¿Usaste cábalas?
-Antes de salir estuve con mi equipo, relax total en un sillón. Después nos abrazamos y nos dimos fuerza y ánimo. Lo hacemos siempre. Nos pasamos la energía, yo soy de creer mucho en eso, medio loquita soy. Y listo: a romperla toda. ¿Cábalas? Hago unos movimientos previos. Un tic que tengo.
El piropo de McCartney para Luz: «Me tocó el saco que tenía puesto y me dijo que estaba muy bien vestida».-¿Tic o TOC?
-No es algo tan grave. Es como una danza, una danza medio rara.
-¿La hacés también en el ascensor?
-No, antes de actuar. Full protección de la energy.
-Los que entienden dicen que sos bastante blusera, medio Celeste Carballo.
-Qué bueno, me han dicho ese cumplido, sí.
-¿Sentiste que la gente te descubrió?
-Algunos me tenían, pero la inmensa mayoría me conoció el sábado.
5 de octubre, inolvidable: el día que conoció a Paul
-¿Te cruzaste a Paul en la máquina de café vegana?
-Me llevaron a conocerlo al camarín. Estuvo buenísimo. No sé qué me puso más nerviosa: si verlo o si cantar. Por suerte lo conocí después de mi show. Vino alguien de su equipo, me felicitó y me pidió que lo acompañara. Llegamos al camarín y ahí salió Paul. Hubo un intercambio, pero no recuerdo muy bien lo que le dije porque estaba en trance.
Luz evoca su encuentro con Sir Paul: «Fueron cinco, diez minutos y cerramos con unas fotitos que aún no me las pasaron».-¿McCartney te quiso conocer?
-No me dijeron eso. Un chico de su producción me pidió que lo siguiera y en un momento lo ví. Un rey total.
-Paul es «sir», ¿eso implicó algún protocolo?
-Que yo sepa no. Un tipazo. Si lo llevamos al terreno de lo humano, un señor muy canchero. Fueron cinco, diez minutos y cerramos con unas fotitos que aún no me las pasaron.
-¿Sensación?
-Toqué al Dios de la música con las manos.
-¿Hablás buen inglés?
-Ehhhhh, mi inglés se me fue a otro universo. Usando un inglés medio extraño le agradecí por su música, por el cambio rotundo que hizo y por abrir tantas puertas de tantas generaciones. Lo llené de «thank yous».
-Dijiste «señor muy canchero». Ampliá.
-Me tocó el saco que tenía puesto y me dijo que estaba muy bien vestida. Yo me hice la canchera y le dije que era mi outfit para esta noche. «This is my outfit». El me preguntó si tocaba algún instrumento, le respondí que no y me dijo que entonces podía bailar. Y él se puso a bailar ahí. Eso es tener mucha onda.
El show de McCartney del sábado en River. Un rato antes de esta escena, Luz Gaggi había vivido su noche de gloria. Foto Marcelo Carroll-¿Viste su show?
-Campo delantero. Lloré un montón.