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Ikigai: la razón por la que te levantás cada mañana

¿Cómo saber si lo que hago está alineado a mi Ikigai?

En el idioma okinawense ni siquiera hay una palabra para la jubilación. En cambio, hay una palabra que impregna toda tu vida, y esa palabra es “Ikigai”. Y, traducido más o menos, significa “la razón por la que te levantás cada mañana”.

Cuando escucho un tema musical, o veo a un deportista lograr grandes cosas, me pregunto, cómo supo desde pequeño que ese era el camino.

Esa no fue mi experiencia personal, desde chica me han gustado hacer muchas cosas, lo que dificultó mis elecciones, a pesar de que debiera parecer lo contrario. Sin embargo, soy de las personas que inició un camino lejos de su Ikigai o propósito de vida, hasta que lo descubrí, pero para llegar a el, necesité de la incomodidad, el dolor y malestar que me causaron la vida que tenía.

Hoy, años más tarde de descubrir el mio, ayudo a las personas a descubrir el propio, claro, ayudo a quienes están como lo estuve yo en algún momento, puedo comprender ese malestar y sé que puede salirse de el.

Un Ikigai incorrectamente alineado es aquel en el que la persona ha elegido una profesión que no es adecuada para sus talentos o disposición innata. A menos que tengas los cuatro ingredientes en tu ikigai, tu vida puede sentirse incompleta para siempre.

Puede que tengas pasión y una buena profesión. Pero a menos que estés produciendo algo que el mundo realmente necesita, es posible que no te sientas muy importante.

Puedes tener una vocación que paga bien. Pero si no te gusta, entonces “pasar el día” puede parecer un trabajo pesado.

Puedes tener una misión y una pasión por tu línea de trabajo. Pero quizás no eres muy bueno en eso. O simplemente no pagan muy bien.

Nuevamente, mientras buscas tu propio Ikigai, es fundamental que intentes ser lo más objetivo posible.

Es muy bueno que te familiarices íntimamente con tu conjunto de habilidades lo antes posible.

Cuando comienzas tu carrera, a menudo es mejor tomar muchos pequeños trabajos y pasantías diferentes, para que puedas probar muchas carreras, y saber si eres el más adecuado para alguna de ellas.

Es muy común que una persona esté convencida de que amará cierto oficio,

solo para descubrir que lo odia en su primer día de trabajo.

Entonces, recuerda, no tienes que decidir sobre tu Ikigai en un día, es todo un proceso de exploración y vivencia. Es posible que cuanto más hayas hecho más fácil también te resulte debido a la experiencia que has tenido. Toma nota de qué habilidades adquieres rápidamente y cuáles te parecen tristes o pesadas. Y cada vez que te encuentres con un nuevo potencial Ikigai, hazte estas cuatro preguntas:

  • ¿Cuánto amo esta habilidad?

  • ¿Qué tan bueno soy (o podría ser) en esta habilidad?

  • ¿Qué posibilidades hay de que me paguen bien por esta habilidad?

  • ¿Cuánto beneficiará esta habilidad al mundo?

Puedes pensar en un Ikigai como un compuesto de cuatro partes. Tu:

  • Pasión

  • Vocación

  • Profesión

  • Misión.

Cuando te topas con un conjunto de habilidades, y eres capaz de responder favorablemente a cada pregunta, entonces es posible que hayas encontrado tu Ikigai.

Escuchá la columna de Paula Cabalén en Radio Perfil FM 101.9.

por Paula Cabalén

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