Existen muchos mitos respecto del uso de los teléfonos en un viaje de avión.
09/10/2022 15:01
- Clarín.com
- Tecnología
Actualizado al 07/10/2022 15:01
Cuando un pasajero aborda un avión, al momento del despegue, se les solicita apagar sus dispositivos electrónicos o activar el modo avión, una opción que se habilita fácilmente desde el menú de ajustes. Lo que todos se preguntan es si es justificada la advertencia y qué puede ocurrir si alguien lo deja encendido.
Para muchos resulta un fastidio ya que no se pueden usar los datos móviles ni la línea de teléfono. Sí sigue siendo posible leer documentos, escuchar música, ver fotos, jugar, ver series o películas descargadas.
Y aunque es extendido el mito de que de estar activado podría quemar una placa interna del dispositivo, el principal motivo que llevó a generar esta consigna se basa en la idea de que las emisiones del teléfono podrían producir interferencias.
La comunicación entre la torre y la cabina se realiza a través de radiofrecuencia, una tecnología mucho más antigua que la que permite hacer llamadas a través del móvil o conectarse a internet.
Y, sin embargo, estos dispositivos pueden emitir señales que interfieren en las comunicaciones por radiofrecuencia, pudiendo generar un problema con las comunicaciones que realizan las aeronaves y los controladores aéreos.
Cuando desde la cabina se solicita poner el dispositivo en modo avión se busca limitar cualquier potencial dificultad en la comunicación con la torre de control, o algún otro dispositivo en cabina. Es decir que no cumplir con esta consigna podría afectar estos aspectos.
Hasta el momento no hubo ningún accidente aéreo por esta causa. Pero sí es cierto que pueden llegar a interferir en los sistemas de telecomunicaciones, provocando ruidos de hasta ocho vatios, que no resultan nada agradables para los pilotos.
La prevención se limita a los tramos clave de la travesía aérea -como el aterrizaje o despegue- una situación que podría poner en peligro a toda la aeronave incluidos al pasaje y tripulación, ya que es el momento en que se imparten las coordenadas de aterrizaje.
Aunque los sistemas esenciales de vuelo están más que protegidos contra la radiación electromagnética que emite el teléfono móvil, las comunicaciones entre aeronave y controlador aéreo siguen recurriendo a la radio tradicional, muy sensible a cualquier interferencia externa. Y es ahí donde tiene especial relevancia el perfil fuera de línea.
Sin interferencias
Pese a este protocolo que se cumple a rajatabla, en 1992 la Autoridad Federal de Aviación de EE.UU. y Boeing realizaron un estudio y no encontraron problemas de interferencias entre los aviones y los dispositivos personales durante la fase de vuelo.
Con el tiempo, la normativa internacional ha sido más permisiva con el uso de dispositivos electrónicos en los vuelos y en algunas regiones, comienzan a obviar esta norma en vuelos de cabotaje.
En la mayoría de los vuelos, son las aerolíneas las que, en última instancia, deciden las normas en sus vuelos. Las mismas aerolíneas que, ofrecen su propio servicio de Wi-Fi.
La explicación que ofrecen es que, a diferencia de la red GSM la señal de las redes Wi-Fi es mucho más débil en su pico de potencia (100 mW) y nunca ha registrado que cause algún inconveniente.
SL